El curso 2023-2024 ha sido especial para Usoa Sorazu. Ha tenido una larga trayectoria en la Ikastola Herri de Orio y este ha sido su último curso. Hemos aprovechado un rato para estar con él después de terminar el curso y aquí os dejamos la entrevista. ¡Muchas gracias por todo el trabajo realizado y un gran abrazo por parte de todos!
1.- ¿Cuándo empezaste en la ikastola? ¿Cómo era la ikastola de entonces?
En la Ikastola Herri de Orio, empecé en enero de 1983. Estudié Magisterio en el Seminario de San Sebastián, y como no encontraba trabajo, empecé a estudiar Filología Vasca en el primer EUTG de San Sebastián. En Navidades me llamaron desde la Ikastola para hacer la sustitución del Sagrario en Infantil. Hasta hoy.
Cuando llegué, la Ikastola se encontraba en la parte más próxima al río y entonces entró en la otra mitad del edificio que tenía Zaragueta, con permiso del Ayuntamiento y del Departamento de Educación. La matriculación de los nuevos alumnos iba en aumento, e iba a dar clases de plástica y psicomotricidad a los talleres de Kosta y a la pequeña Ikastola. Descubrí una pedagogía moderna en la Ikastola: el profesor no era el único protagonista, el niño estaba en el centro del proceso educativo. Sobre el material didáctico, el libro para trabajar las Ciencias de la Naturaleza "Saioka", creado por la Federación de Ikastolas; para trabajar las Ciencias Sociales, Arantxa y yo mismo hemos trabajado en la elaboración del libro KuxKux 6 a petición de la editorial Elkar. También se obtenía de Zarautz para aprender a escribir y leer material didáctico. Se contaban muchos cuentos y se hacía mucho teatro. En las clases de inglés, desde el primer día, los alumnos hablaban inglés. En el ámbito deportivo, los padres también estaban haciendo un gran trabajo; al principio solo jugaban chicos, luego empezaron las chicas, sobre todo en baloncesto y balonmano. También recuerdo cómo surgió la escuela de bertsos bajo la dirección de Manuel Lasarte. El trabajo en común y el auzolan eran los apoyos de la ikastola.
2.- ¿Compartirías en esta ikastola algunas de las experiencias memorables que has tenido en el trabajo?
He vivido muchas experiencias memorables en 40 años. Dentro del aula, no olvidaré lo que me ha acontecido en la interacción con los alumnos, lo que me satisface más, las actividades de la clase. Las salidas de muchos alumnos, las anécdotas y las meteduras que yo mismo hice, las tengo todas guardadas en el bolso de la memoria. Los alumnos fallecidos en todos estos años también están en la bolsa.
Fuera del aula, el trabajo realizado por el colectivo de la ikastola ha sido memorable por la falta de espacio: los años en barracones; la temporada en la playa, en la planta superior de la escuela Zaragueta; y los Kilometroak de 2004 y 2014. En 2010, el nuevo edificio colocó una txapela a todos los enfrentamientos anteriores.
Asimismo, ha sido memorable que las puertas de la ikastola estén siempre abiertas a todo tipo de grupos a partir de las 16:30: Clases de AEK, árabe, txalaparta, dultzaina, alboka y dantza, actuaciones teatrales, bertso eskola y bertsolaris, Txurrumuski, misa, grupos de verano de fuera, escuelas para inmigrantes...
También me alegra mucho ver a mis antiguos alumnos haciendo el país haciendo frente a los problemas y trabajando por un país mejor.
3.- Has trabajado mucho en el ámbito del euskera y en la construcción popular… ¿Cómo ves la situación actual de la Ikastola?
¿Qué es lo que más te ha llenado?
En la década de los 80, el ambiente político en el País Vasco se había disparado. Había muerto mucho, pero la represión era grande. Todos los estudios los cursé en castellano, obligatoriamente; en Getaria tuve profesores de Zamora, y en monja y en frailes todo se estudiaba en castellano. Empecé a leer y escribir en euskera por primera vez en el seminario, a los 18 años. En ese contexto surgió en mí la pasión por cambiar la situación; y cuando empecé en la Ikastola, fui cogiendo mucha conciencia de que nuestra lengua y nuestra cultura estaban totalmente abandonadas.
Hoy en día, veo a la comunidad Ikastola con ganas de seguir adelante y dispuesta a hacer transformaciones en todo momento. Además, la Ikastola ha sabido adaptarse a las nuevas situaciones. Por otra parte, el espíritu de su nacimiento "para el pueblo y el pueblo" sigue en pie. Sin embargo, diría que la comunidad euskaldun en general está en una encrucijada. Parece que el conocimiento del euskera se ha ampliado, pero estamos dando pasos atrás en el uso del euskera, y también en Orio, se nota en la Ikastola. En la encrucijada veo grandes riesgos de ir hacia atrás, y para que esto no ocurra, tiene que haber una gran fuerza social y la implicación de los poderes públicos. Pero los veo tibios y cobardes, y la sociedad también se encoge ante las lenguas hegemónicas. Como no vamos a ninguna parte sin optimismo y sin esperanzas, hay que estar atentos y responder a los retos que se nos presentan. Cuando nos cansemos, descansemos y avancemos.
En
mi trayectoria en la ikastola, me ha llenado mucho ver el salto que han dado las chicas en el deporte. Antiguamente, con 14 años, en la categoría 8, casi todas las chicas abandonaban el deporte. Hoy en día, la presencia de las chicas ha crecido de forma espectacular. En el mismo sentido, es muy gratificante ver cómo las chicas se empoderan.
4.- ¿Qué cambios importantes ha experimentado en el sistema educativo y en la Ikastola a lo largo de su trayectoria?
En el sistema educativo español, creo que desde 1980 he conocido 8 leyes. Señal de que la educación está al servicio de los partidos políticos. En el año 1990, en la LOGSE, la enseñanza básica se prolongó de 14 a 16 años. La ESO se puso en marcha en 1996 en la Ikastola de Orio.
En la
Comunidad Autónoma Vasca, en 1993, entró en vigor la ley de la Escuela Pública Vasca, con el apoyo del PSOE, EE y PNV. El objetivo de la ley era acabar con la red de ikastolas. Nunca olvidaré la asamblea que se celebró en la iglesia de Orio. La mayoría de los padres y madres decidieron continuar en el "privado".
En la
ley aprobada en abril del año pasado, por su parte, aparecen muchas lagunas: modelos lingüísticos, currículum vasco, territorialidad, titularidad compartida... La euskalgintza da esta última ley como una oportunidad perdida.También es
destacable que a finales de los años 80 entraron en la ikastola los primeros ordenadores. Comenzamos a ofrecer el programa LOGO con el antiguo sistema operativo MSDOS.
En 2008, el conflicto entre la
Ikastola y el Ayuntamiento también fue duro. De hecho, el convenio firmado en 1980 fue suspendido por decisión unilateral. Como símbolo reivindicativo utilizamos la letra "H". En vísperas de las elecciones municipales de 2011, el Ayuntamiento anunció que mantendría el convenio de colaboración.
Sin dejar de lado la influencia de las leyes, he mencionado anteriormente cómo la Ikastola siempre ha estado abierta a las transformaciones; en los últimos años, por ejemplo, estamos desarrollando un modelo pedagógico propio basado en la Pedagogía de la Confianza y en las competencias. De ahí el de poner los espacios y la arquitectura de la Ikastola en beneficio de la pedagogía.
5.- ¿Qué consejo darías a las nuevas educadoras y educadores que se inician en la enseñanza?
Primero, les preguntaría para qué quieren ser maestros. Y qué tipo de profesores quieren ser.
Luego les diría que disfruten con el alumnado en su día a día, que muestren una actitud positiva y de cercanía, que agradecen mucho a los alumnos y alumnas, que sigan formándose, que transmitan la cultura del esfuerzo, que tengan en cuenta su contexto, que no olviden que ellos son el modelo y que tomen el tiempo para hablar con respeto y empatía.
Les diría que es imprescindible
tener un nivel suficiente de euskera, y que tienen que educar no solo desde el euskera, sino también desde la cultura vasca, porque de lo contrario euskaldunizar no será total.
6.- ¿Cuáles son sus planes y planes de jubilación?
Mi intención es saborear las otras versiones de la vida, quitándome de encima la presión del reloj, reconciliándome con tranquilidad, mirando al presente y disfrutando de lo que nos rodea y de la naturaleza.