Ayer por la mañana la abuela de Inka e Indar Cristina vino al edificio de Educación Infantil y mientras nosotros estábamos en nuestro día a día, ella convirtió la hoja blanca en un paisaje de invierno.
A primera hora de la mañana Cristina vino a la ikastola como todos los días con sus nietos, pero respondiendo a la invitación que le hicimos, ella también trajo la mochila llena. Comenzó a pintar con pintura, pinceles y todo lo necesario. No es la primera vez que viene, ya que hace unos meses creamos un cuadro con los colores del otoño. Estuvo muy a gusto con él y no digamos nada de él, viendo la pintura que estaba creando sacudiendo los pinceles. Por eso, le pedimos que visitara cada estación, ¡así tendremos un cuadro de cada estación!
Los niños circularon de forma autónoma y mientras tanto él se instaló en un rincón y pintó. Sabía muy bien que los alumnos de E.I. realizaron varias obras de arte con los colores del invierno y él mismo completó la suya con ese color y ese tema.
No actuó solo, han sido muchos los que se han acercado a él por interés.
Desde estas líneas queremos agradecer a Cristina por hacer especial la mañana de nuestra ikastola. ¡Hasta donde usted quiera!
