A mediados de mayo, 75 alumnos y 4 profesores de 2º de la ESO nos fuimos de lunes a miércoles a Arantza a una estancia de tres días. La experiencia fue rica desde diferentes puntos de vista: estrechamos la relación con la naturaleza, reforzamos los lazos entre los alumnos y tuvimos la oportunidad de vivir una educación que va más allá del aprendizaje académico.
El primer día (lunes) conocimos el pueblo de Arantza y visitamos una interesante cueva de la zona, donde pudimos reflexionar sobre la geología y la fuerza de la naturaleza. Al anochecer, creamos un ambiente bonito con los juegos cooperativos.
El martes, por la mañana, estuvimos explorando los rincones del pueblo con una ginkana, trabajando en equipo y orientación. Por la tarde, el parque de árboles fue el protagonista: la valentía, la confianza y la gestión de las emociones se trabajaron en juegos emocionantes.
El último día (miércoles) fuimos a la cueva de Sanjuanxar, y ante la grandeza de la naturaleza, vivimos momentos de silencio y admiración.
A lo largo de la estancia, la convivencia, la autonomía, la responsabilidad y la convivencia en euskera fueron los ejes principales. Este tipo de experiencias fomentan el aprendizaje integral: además del conocimiento académico, se trabajan las competencias para la convivencia y la vida. ¡La participación, la actitud y la aportación del alumnado ha sido ejemplar!
