Desde primera hora de la mañana se percibía olor a comunidad en los alrededores de la pérgola y del polideportivo. Los voluntarios y voluntarias se acercaron a organizar las mesas de la comida, los profesores que estaban preparando el polideportivo con los materiales necesarios para el evento, las paellas y los fuegos para preparar la paella de la comida, los alumnos de la ESO preparando la venta de ropa… Media hora antes del comienzo de la actuación, el ambiente se llenó de alumnos y alumnas, las familias que habían acudido a ver el evento… ¡y de repente las calles del polideportivo! Los alumnos que debían participar estaban preparados y llenos de graderío. Este año se hizo un guiño a Euskal Herria, a la territorialidad, representando las costumbres, la cultura, las fiestas… de las siete provincias. Y al final de la actuación, un guiño también a Palestina, recordando lo que está pasando en el genocidio, porque también son nuestros hijos, porque deberían estar disfrutando de un festival como el nuestro… Para finalizar la actuación del polideportivo, el saludo de los alumnos de 4º de la ESO, señal de que han dejado la ikastola que les ha tocado de pequeña y van a abrir nuevos caminos, tienen unas bases sólidas para hacer frente a lo que encuentran. A pesar de haber salido del polideportivo, la fiesta contaba con un espacio, familias alrededor de la paella, pintxo de tortilla, pinta caras para niños… reagrupando a la comunidad. La fiesta siguió igual en la comida y después de la comida, el reto del queso, el sorteo de los premios que había tocado en las rifas, bailando todos juntos en la romería, alumnos, padres, profesores y ex alumnos. “Ikastola, gora gure Ikastola!” Al día siguiente, sin embargo, había que limpiar lo de la víspera para que vinieran los alumnos. Desgraciadamente, no se cumplieron los turnos de limpieza y algunos profesores trabajaron en ello, ¡muchas gracias! El año que viene volveremos a reunirnos y estamos seguros de que la responsabilidad de la limpieza la asumiremos todos los que lo pasamos bien, ya que para llevar a cabo este tipo de jornadas mágicas es necesario que haya gente para todos los trabajos.
